Efecto Estroboscopico:
El efecto estroboscópico es un efecto óptico que produce el movimiento ilusorio necesario para la proyección cinematográfica. Lo desarrolla Max Wertheime, de la corriente de la Gestalt. Su experimento consiste en poner dos barras de luz a un centímetro de distancia e ir variando la velocidad en que se encienden las luces y el intervalo hasta lograr que se perciba un movimiento continuo. Lo consigue entre los 60 y los 200 milisegundos (a mayor velocidad la iluminación parece simultánea y a menor se distingue claramente que primero se ilumina una y luego la otra).
En este fenómeno están basados los estroboscopicos, empleados para examinar con detalle y sin contacto físico el comportamiento de partes mecánicas en movimiento. Los estroboscopios serán uno de los elementos previos al proyector cinematográfico que se basa en este efecto para la percepción del movimiento continuo entre fotogramas.
Los destellos de iluminación normalmente son producidos mediante una lámpara de descarga gaseosa como, por ejemplo, una lampara fluorescente, aunque generalmente se emplean lámparas de flash por su mayor intensidad luminosa.
Corrección: La corrección de este efecto se realiza alternando luminarias sobre las distintas fases con suministros trifásicos con un retraso de 120º respecto al anterior.
el efecto estroboscópico también puede corregirse en las lámparas fluorescentes colocando un condensador en serie con la lámpara.
En principio se creía que el fundamento del cine era la persistencia retiniana. Conocida por los griegos pero no estudiada hasta el siglo XVIII, consiste en que la imagen, después de dejar de mirar un objeto, permanece en la retina durante 1/5 de segundo para desaparecer progresivamente. A día de hoy, este principio no se considera la base del cine ya que, de cumplirse, las bandas negras también debían de fijarse en la retina. En cambio, sí se consideran dos los fundamentos básicos del cine:
1. Fusión crítica del parpadeo: cuando una luz es interrumpida a alta velocidad no vemos las interrupciones sino una sensación de luz continua.
2. Movimiento aparente: la tendencia del ojo a ver movimiento cuando en realidad no hay objeto móvil.
2. Movimiento aparente: la tendencia del ojo a ver movimiento cuando en realidad no hay objeto móvil.
La apariencia de movimiento se reconstruye en el cerebro donde hay una operación de síntesis, pero para obtener esa sensación la película debe filmarse y proyectarse a una cadencia de paso determinada. En el cine mudo la cadencia era de 16 fotogramas/segundo, limitados tanto por la cámara como por el proyector, ya que funcionaban a manivela y era difícil mantener esa cadencia constante (a partir de 1920 se estabiliza gracias a la incorporación de motores).
El paso al cine sonoro supone llegar a los 24 fotogramas/segundo, que es la velocidad necesaria para poder leer el sonido (la TV suele emitir a 25 o incluso 30 fotogramas/segundo) y ya, en los cines IMAX, se llega a los 75 fotogramas/segundo.
En la actualidad se graba entre los 8 y 64 fotogramas/segundo, jugando con la velocidad de proyección para obtener distorsiones del movimiento (cámara rápida o lenta). Si proyectamos a mayor velocidad, se obtiene efecto de cámara rápida y si lo hacemos a menor velocidad, se obtiene efecto de cámara lenta (las escenas de cámara lenta de Matrix están grabadas con una cámara Bullet-Time que llega a registrar 12000 fotogramas/segundo).
Al margen queda el “cine subliminal”, que consiste en filmar y proyectar a cadencia de 72 fotogramas/segundo, y colocar en medio una imagen distinta, de tal manera que el ojo no es capaz de percibirlo pero sí la mente. Actualmente es una práctica prohibida porque produce una perdida de la capacidad de discernimiento.
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